El Cascanueces y el rey de los ratones es el cuento preferido de muchos, aunque posiblemente sea más conocido por haber inspirado el famoso ballet de Tchaikovski, que suele representarse en Navidades en todo el mundo. El ballet se basó en una versión francesa del cuento y no es habitual que se traduzca el original íntegro que Hoffmann escribió en alemán.
Sin embargo, conserva la «historia dentro de la historia» del original, el cuento que Drosselmeier cuenta a Marie mientras esta permanece enferma en cama: El cuento de la nuez dura, una historia sobre una princesa encantada, Pirlipat, que narra los antecedentes que han llevado al Cascanueces donde está.