Un antiguo conocido hace llamar a Geralt para que le ayude a resolver un misterio que implica a su hija. Al investigar la situación, sin embargo, el brujo se sorprende cuando encuentra a Jaskier, y los dos se ven inesperadamente transportados a regiones remotas.
Tras llegar a un lugar peligroso y enigmático por error, se ven obligados a ocultar su identidad y al tiempo a afrontar una misión imposible. Geralt colabora codo con codo con una lugareña para derrotar a las fuerzas oscuras que asolan esas tierras, pero pronto descubre que la situación con la que él creía estar ayudando, solo le lleva a más problemas y acaba como principal sospechoso.