Cincuenta mil romanos están en pie, observando desde las gradas del Coliseo y conteniendo el aliento mientras Achillia, una gladiadora como jamás se ha visto, se enfrenta a lo imposible: una sola guerrera contra cinco de los más grandes luchadores de Roma. Así es la tradición cuando una mujer pisa la arena de combate. Termina la carnicería y el Coliseo ruge: Achillia se alza victoriosa. Ahora, solo una cosa la separa de ganar su libertad: su creciente popularidad. Las mujeres de Roma, reprimidas por sus maridos y padres, se han dado cuenta. Los hombres de Roma, esposos y padres de una creciente colectividad de mujeres con aspiraciones e ideales de independencia, también lo han notado. En el otro extremo de Roma, un extraño misterio se retuerce en la colina del Palatino.