Esta es la crónica de cómo viajamos hasta la cara oculta del mundo para alcanzar lo más hondo del Agujero. De cómo hicimos para atravesar latitudes adonde jamás ha llegado la luz del sol, adonde la oscuridad lacera y muerde con la fuerza de los glaciares. Seguimos adentrándonos con determinación en la negrura terminal. Seremos leyenda o pasto de la mente colmena.
El trapo sabe. Y es más peligroso que nunca. Tiene un nuevo amo, un fulano preparado para la guerra. Le quedan todavía muchas bazas por jugar y acaba de ganarse un buen montón de dinero. Piensa financiar un pifostio legendario con él, divertirse putamente. Será su recompensa tras una delirante odisea anal por las profundidades de los abismos más negros.
La Gran Colonia domina la oscuridad. Controla los fogonazos que arden en las profundidades abisales, las estirpes que habitan las coladas de los criovolcanes. Ve por los ojos de las arañas del hielo siete. Vigila desde hace siglos y desde cada rincón vivo. Cuando se adueñe de todo el ecosistema, les arrebatará el mundo a los primates, para siempre.