Joan Muntada finalmente llega a Barcelona. Allí, en la ciudad, se le ofrece un mundo desconocido, nuevo, diferente al suyo, pero sigue siendo un mundo cruel y despiadado. Para sobrevivir en la ciudad, Joan entra en una cofradía de pícaros, la cofradía de Malestruch, allí se hace amigo de Facacare y se dedican a huronear por las calles pillando todo lo que cae en sus manos, eso acaba teniendo más inconvenientes que ventajas. Joan Muntada lo experimenta muy a su pesar.
