En el año 2010, Yamato, que de niño se topó con un viejo detective moribundo llamado Shôji que le espetó que su padre fue el que dio el golpe de los 300 millones de yenes, encuentra entre las pertenencias que le legó su padre un billete de 500 yenes que figuraba en el botín robado.
Al cabo de unos días, sus padres adoptivos, los Odagiri, desaparecen, mientras que el policía asesino Sekiguchi acusa injustamente de un crimen a Yamato y a Miku y empieza a perseguirlos. Tras un periplo que los conduce a diversos puntos de Japón, Yamato averigua que uno de los perpetradores del golpe, Yûdai Kawasaki, es efectivamente su padre, Tetsuya Narumi. Yamato viaja solo a Tokio y reta a los hermanos Sekiguchi a un duelo definitivo para conocer la verdad, pero su plan termina fracasando. La muerte le pisa los talones...