Esaú Falconi, Ismael Nero, Ángela de Ory son la presa apetecida de un plan concebido hace milenios.
Una anciana con memoria de humo y conocimiento del misterio, un sacerdote de pobres enfrentado al fascismo italiano y los horrores sin nombre de las calles de Roma, sacrificios abyectos en las cloacas del cine pornográfico y la web oscura, manadas de niños salvajes que sueñan con ser monstruos.
Para el Mal el tiempo es eterno.
Para los miembros de Ora Pro Nobis, cada segundo perdido en esta vida los acerca más al fracaso de morir sin cumplir el objetivo para el que han sido reclutados.
Memento Mori completa el díptico iniciado con Ora Pro Nobis. El Brazo Armado de Dios, de nuevo frente al Maligno