El ritmo al que debe dibujar, la sensación de no estar haciendo las obras que a ella le gustaría y la falta absoluta de tiempo para hacer nada más la oprime bastante.
Todo empeora aún más en el momento en que un alienígena se cuela por la ventana.
Necesita ayuda: los suyos están a punto de empezar la conquista de la Tierra y debe impedirlo.
Juntos, Maya y el alien, se lanzarán a una batalla que no pueden ganar contra soldados, naves gigantescas y tentáculos, ¡muchísimos tentáculos!.