Bienvenidos a la Europa que debería haber sido: magos, asesinos a sueldo y toda clase de criaturas mágicas pueblan el mundo de Mil Novecientos y Algo.
Britannia, mil novecientos y algo. Las leyes del Parlamento regulan las relaciones con las criaturas mágicas, los magos y brujas del Imperio trabajan codo a codo con los burócratas y los dirigibles surcan los cielos que hace siglos pertenecieron a los desaparecidos dragones.
Emma Bennet, detective privada y bruja a regañadientes, y el doctor Coleridge investigan el extraño suicidio de mister Brief, quien se pegó un tiro en su despacho del Parlamento pocos segundos antes de hacerlo volar por los aires. Sus pesquisas les conducirán desde el corazón político del Imperio Britanno a las Tierras Altas, Bajas y A Secas, donde se verán envueltos en una oscura conspiración para devolver el trono del Imperio a su ¿legítimo heredero?