Si Faulkner es Mozart y O’Connor es Ralph Stanley, no
queda otra, Harry Crews es Johnny Cash.
Eugene Biggs, como se espera de él, abandona los
estudios y la granja familiar. Encadena empleos de
chichinabo. Conoce a Budd Jenkins, quien lo sube a un
ring y se convierte en su mánager. Tras una tercera
derrota por KO, Budd lo abandona a su suerte en Nueva
Orleans. Ese mismo día, Eugene se descubre poseedor de
una habilidad portentosa de la que no dudará en servirse
para vender su alma al inframundo de la ciudad.