Sally Diamond no logra entender por qué fue tan extraño lo que hizo. Solo hacía lo que le había pedido su padre: tirarlo a la basura cuando muriera. Ahora Sally es el centro de atención, no solo de los sedientos medios de comunicación y de la Policía, sino también de una siniestra voz de su pasado que no consigue reconocer. A medida que descubre los secretos de su niñez, Sally empieza a prestar atención al mundo y aprende que las personas no siempre quieren decir todo lo que dicen ni dicen todo lo que piensan. Con la ayuda de nuevos amigos, se hará con un mayor control sobre su vida hasta el día que recibe por correo una caja procedente de Nueva Zelanda. Dentro hay un oso de peluche viejo, sucio y hecho jirones que reconoce inmediatamente: Toby. Ese juguete tenía nombre. Y era suyo. Pero ¿por qué Sally ha sido incapaz de recordarlo hasta ahora? ¿Y quién sigue sus pasos al otro lado del mundo?