El alivio de sacar con vida a una persona bajo tres plantas derrumbadas; el desasosiego y la impotencia ante un fuego silencioso; la desolación frente a un incendio forestal como el de Abantos; la resignación de ver el fin del Palacio de los Deportes… Así es la vida de un bombero, profesión que lo es para siempre; un trabajo a veces apasionante, a veces dramático, a veces enternecedor, que va dejando una huella imborrable en quienes lo ejercen.
Una recopilación de anécdotas, casos curiosos y hechos emblemáticos que nos cuenta Juan M. Redondo, jefe del Departamento de Extinción de Incendios del Ayuntamiento de Madrid y durante varios años presidente de la Sociedad Benéfica de Bomberos.