Bruno vive con su papá, mamá, abuelos y cinco peces anaranjados. Después de la llegada de Fola, una gata de color rojo, el niño sufre la pérdida de sus peces y de su abuelo, por lo que no está dispuesto a aceptar fácilmente la llegada de Ramona, la mona. Hasta que, un día, las cosas cambian.