Una historia sobre la corrupción, el primer amor y la inteligencia artificial en el más allá chino.
En la décima corte del infierno, los espíritus que son lo bastante ricos pueden sobornar a los funcionarios del inframundo y así librarse de terribles tormentos y de la temida reencarnación. ¿Quién quiere reencarnarse pudiendo disfrutar eternamente de comodidad y riquezas?
Es una no-muerte cómoda incluso para Siew Tsin, casada a su pesar con el hombre más rico del infierno y sin ninguna expectativa ni intereses futuros. Hasta que su marido trae a casa a una nueva esposa… Yonghua es una mujer artificial hecha de terracota, y su mera existencia pondrá el inframundo patas arriba. Tras conocerla, tampoco Siew Tsin volverá a ser la misma.