Cuando no entiende algo, Max Picard se pone nervioso y no para hasta que alguien se lo explica. Y eso es lo que le está pasando ahora mismo mientras contempla el péndulo de Foucault. Dicen que no se para nunca ¿Cómo es posible? Y por si eso fuera poco, un hombre misterioso y barrigón que se pasea por el museo le dice que este péndulo es la demostración más bonita de que la Tierra gira sobre sí misma. Estupendo, ahora ya tiene dos misterios por resolver. Max pone manos a la obra, y a base de pequeños experimentos irá conociendo conceptos como el movimiento, la inercia, la gravedad... Pero Max no se conforma con conocer estos conceptos: quiere experimentarlos. Todos ellos le acompañarán hasta colocarlo frente a su gran reto: entender el péndulo de Foucault. Y construir uno, claro.