Para Enola, aparte de su hermano Sherlock, con quien discute a menudo, la señora Tupper, su casera, es lo más parecido a su familia. Pese a estar medio sorda y cocinar espantosamente, llena la ausencia de su madre desaparecida. Un día, Enola regresa a casa y descubre, horrorizada, que la han secuestrado. ¿Quién ha podido hacerlo?, ¿y por qué? ¿Y qué tiene que ver en todo el asunto la enfermera Florence Nightingale?
Aparta, Sherlock, íha llegado Enola!