Los Golpeadores se habían multiplicado en el mundo presente que, aparentemente, estaba en paz. Se habían propagado alrededor de Inmo y también por el instituto. Confundido ante el giro de los acontecimientos, Inmo se lanza a salvar a la gente parasitada por los Golpeadores, pero sus avances son discretos.
A espaldas de Inmo, el plan de los Golpeadores ha ido más allá y han renacido como “humanos”, extendiendo en secreto sus tentáculos hacia el Observador, que ahora se llama Satoru. En el curso de su enfrentamiento con los Golpeadores va quedando claro el destino de la relación entre la líder de Los Guardianes y Mizuha.
Esta es la historia de cómo se enfrenta a la angustia de vivir.