El malvado Bolge, conducido por sus ansias de venganza, se presenta ante un Kenshirô que ha perdido la memoria. Cuando, deseando la paz, Kenshirô oye los gritos de su alma... ¡Su puño resucita junto a sus recuerdos perdidos! ¡Llega el final de una obra maestra incombustible e intergeneracional! ¡¡No hace falta que inscriban mi nombre en mi lápida!! ¡¡Si debo morir, que sea en los páramos de la batalla!!