Aru Shah es incapaz de recordar qué deseo ha pedido frente al árbol de los deseos, aunque está casi segura de que no fue tener una nueva hermana, Kara. Pero como Kara parece ser la única persona capaz de ayudar a Aru a escapar de la guarida del Durmiente y volver a casa, a nuestra heroína no le queda más remedio que confiar en ella.
Además, Aru ya no está segura de querer luchar por los devas en su guerra contra los asuras: los dioses siempre andan liándola. Por ejemplo: Kubera, gobernante de Lanka, la ciudad dorada, les promete a las hermanas Pandava dos poderosas armas, pero solo si superan sus pruebas. Si pierden, estarán prácticamente indefensas frente al ejército del Durmiente, que pronto llegará a Lanka para apoderarse del Más Allá.
Pero la mayor pregunta que Aru se hace es por qué todos los adultos a los que ha querido y en los que ha confiado le han fallado. ¿Será capaz de perdonarlos antes de enfrentarse a la batalla de su vida?