Un emotivo retrato de ficción de la joven duquesa Lucrezia de’Medici, que tuvo que aprender a sobrevivir en una corte turbulenta.
Florencia, década de 1550. Lucrezia, tercera hija del gran duque de Medici, se siente cómoda con su discreto lugar en el palazzo: libre para dedicarse a su afición por el dibujo. Pero cuando su hermana mayor muere en la víspera de su boda con el soberano de Ferrara, Módena y Reggio, Lucrecia se convierte sin saberlo en el centro de atención: el duque se apresura a pedir su mano, y su padre a aceptarla. Apenas una niña, Lucrezia ahora debe ingresar en una corte desconocida cuyas costumbres le son ajenas y donde su llegada no es bienvenida. Quizás lo más desconcertante de todo es su nuevo esposo, Alfonso. ¿Es un esteta apasionado del arte o un político despiadado al que temen incluso sus hermanas? Solo una cosa está clara. A los ojos de la corte, ella tiene un único deber: proporcionar un heredero.
Con la misma belleza y emoción con las que nos cautivó en Hamnet, Maggie O’Farrell vuelve a demostrar su inigualable talento para adentrarnos en los recovecos del pasado, en este caso la Italia del Renacimiento, y retratar la extraordinaria lucha contra el destino de una joven de fuerza y personalidad asombrosas.