Cuarta y última entrega de la saga del Tensorado. Finalista de los premios Locus y British Fantasy. La protectora ha muerto. Durante cincuenta años ha gobernado el Protectorado con mano de hierro, rehaciéndolo a su gusto y cosechando tantas victorias como detractores en el proceso. Durante medio siglo el mundo ha girado a su alrededor, ha construido ejércitos, entrenado a tensores e incluso desafiado a los hados, pero ahora que está muerta sus seguidores tiemblan y sus oponentes se regocijan. En una taberna, Lady Han, su mayor enemiga, ahoga sus penas. Aunque la líder maquinista dedicó su vida a derrocar a la protectora, recuerda nostálgica el tiempo en que Sanao Hekate era todavía la hija del protector, y una joven bailarina se atrevió a enamorarse de ella.